Se acerca el final de las vacaciones para los más pequeños de la casa.
Así como durante el verano es importante la diversión, el descanso y los horarios más flexibles, ahora que está a punto de arrancar el curso escolar, debemos ayudarles a volver a una vida más ordenada y rutinaria, que les ayude a ir cumpliendo los objetivos.
Uno de los puntos que más conflictos suele generar entre padres e hijos, es el establecimiento de unos “hábitos digitales” saludables para los más jóvenes. En este artículo, queremos echarte una mano, trayéndote un decálogo con consejos para que tu hijo o hija menor de edad, tenga una vida digital más saludable y sobre todo más segura.
- Establecer un límite de “tiempo online” diario. Según el Estudio sobre Adicción a la Tecnología publicado por “Common Sense Media, 2015”, el adolescente medio, pasa más de 9 horas al día utilizando dispositivos.
No hay una fórmula mágica que te diga cuánto tiempo debería pasar tu hijo delante del ordenador, tablet, móvil, etc. Dependerá de su edad, de a qué dedica su tiempo conectado (buscar información, chatear, jugar, …) y de cómo observemos que dicha actividad afecta a su comportamiento. - El ordenador debe estar en una zona común de la casa. Esta medida nos ayudará a prevenir un uso abusivo del mismo, a supervisar su actividad, ver sus reacciones ante la pantalla y en definitiva a observar si debemos tomar alguna medida para proteger a nuestro hijo de actividades perjudiciales.
- Explícale por qué no debería compartir información privada en Internet. Cuando el menor comparte datos personales en internet, existe la posibilidad de que sean utilizados para fines ilícitos, en perjuicio de su propia intimidad. Normalmente, nuestro hijo menor de edad, no tendrá la madurez suficiente para valorar y proteger su intimidad y privacidad, o la de su familia. En caso de usar redes sociales, ayúdale a configurar correctamente las opciones de privacidad.
Para hacérselo entender, te recomendamos que leas la guía Enséñales a Ser Legales en Internet, publicada por la Agencia Española de Protección de Datos. A través de diferentes fichas y supuestos, esta guía nos ayudará a que nuestro hijo o hija asocie una serie de consecuencias negativas, derivadas de su pérdida de intimidad o privacidad. - Cámaras y webcams. Este punto está directamente relacionado con el anterior. Debemos ser especialmente precavidos con el uso de este tipo de dispositivos. Si nuestro hijo o hija está experimentado su despertar sexual, puede verse tentado a utilizar la webcam con este fin.
Es nuestra obligación como padres explicarles que una vez transmitido un contenido a través de internet, es imposible controlar su difusión. Según un estudio realizado por la Internet Watch Foundation, el 88% de las imágenes sugestivas que suben menores de edad a sus cuentas de Facebook o Twitter, luego son recopiladas en portales de adultos.
Como padres, debemos valorar si el uso de este tipo de dispositivos puede ser positivo para nuestro hijo/a (videoconferencia con familiares o amigos de confianza, actividades creativas, …) y si no es el caso, directamente podemos desactivarla o taparla con una pegatina. - Contenidos inadecuados. De la misma manera que protegemos a nuestros hijos menores de edad de los peligros a los que se exponen en la vida real, deberíamos hacer lo mismo en la vida digital. Te invitamos a que veas el vídeo ¿Dónde está Pablo?, realizado por protégeles.com. En este mismo artículo te recomendaremos algunas medidas y herramientas para ayudarte en esta tarea.
- Enséñale a respetar a otros usuarios. Muchas veces la falta de contacto directo con otras personas en internet puede desembocar en conductas dañinas, que en la vida real no tendrían lugar. Como padres debemos explicarles a nuestros hijos que de la misma forma que no está bien llamar al timbre de una casa a las 4 de la madrugada, no deben enviar un WhatsApp a un amigo a esa hora.
Nuevamente te recomendamos que te apoyes en una de las guías publicadas por la Agencia Española de Protección de Datos: “Enséñales a ser legales en Internet”. Esta guía te ayudara a explicar a tu hijo o hija, las posibles consecuencias derivadas de su actividad en internet. - Por la noche, los dispositivos móviles (teléfonos, tablets) estarán apagados y guardados en un lugar común. Como padres, nos toca decidir a qué edad pueden disponer nuestros hijos de su propio teléfono móvil. Este hecho se produce cada vez edades más tempranas, principalmente motivado por razones de seguridad. Guardar por la noche los móviles y tablets, fuera del alcance de niños, nos ayudará a evitar problemas en sus hábitos de sueño.
- Explícale que no todo lo que está en Internet es cierto. Debido a la inmadurez de nuestros hijos, es natural que les cueste diferenciar qué es verdad y qué no. Internet es la mayor fuente de información disponible, pero no toda esa información es veraz.
- Asegura todos los dispositivos. Hoy en día es imprescindible que todos los dispositivos que accedan a internet, estén protegidos por un buen software antivirus. Algunos de ellos son gratuitos, aunque nos parece una buena inversión adquirir el que mejor nos convenga.
- Crea una cuenta de usuario distinta para cada persona. Esto nos ayudará a definir las políticas de seguridad que queremos definir para cada uno de los miembros de la familia.
Seguramente, a estas alturas ya te has preguntado cómo puedes supervisar la actividad de tu hijo o hija en Internet. Para ello te recomendamos que te apoyes en una de las múltiples aplicaciones de control parental que existen. No obstante, es importante que entiendas que el mejor control parental para los niños en internet, son sus padres.
Si no estás familiarizado sobre qué es un control parental y qué puede ofrecerte, te recomendamos que leas el siguiente artículo del Blog de Angelucho. Angelucho es uno de los blogueros más activos y comprometidos con todo este tema de la seguridad digital para menores de edad, que incluso colabora con la Brigada de Delitos Telemáticos de la Guardia Civil. Si quieres ampliar más información sobre este tema (es la mejor recomendación que te podemos hacer), puedes descargarte gratuitamente su libro.
Esperamos que estos consejos te resulten útiles para asegurar la vida digital de tu hijo o hija. Nos gustaría trasmitirte que la obligación de proteger a nuestros hijos en su vida digital no es tan diferente de cómo deberíamos hacer en la vida real. Se trata de preguntar, hablar, supervisar y, en definitiva…. EDUCAR.
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